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jueves, 8 de septiembre de 2016

Posdata: Una madre indignada.

Hoy es uno de esos días en el que necesito expresar mi desaprobación con una de las situaciones en las que seguramente, se han visto envueltas muchas familias durante estos últimos años en España, desde que existe tan exagerado índice de paro.


Resulta que fui a Inem a solicitar la prórroga de subsidio que me pertenece. Por supuesto, me lo aprobaron. Pues el sueldo fijo de mi marido no sobrepasa el máximo permitido para retirar la ayuda familiar. Pero esta vez, me hicieron firmar un papel distinto que las otras veces. Al leerlo detenidamente, vi que se trataba de comprometerme, entre otras muchas peticiones, a buscar activamente empleo y a acudir cuando fuera solicitada a los cursos que me impongan, por decirlo claramente.

Lo que veo absurdo es que nos pongan a todos en el mismo pack. Me explico. No es lo mismo, alguien que vive con sus padres y que desesperadamente busca trabajo sin encontrarlo, que una mamá que ha decidido criar a su bebé y sin ser obligatorio -excepto por la presión que ejerce esta resquebrajada sociedad- ha decidido intentar emprender por su cuenta.

Por otro lado, estoy en todo mi derecho de decidir criar a mi hija el tiempo que me plazca. No tengo porque ser una herramienta más con la que enriquecer los bolsillos del capitalista. Pero aunque ese fuera mi caso, pueden haber mil y una razones por las que he decidido quedarme en casa cuidando, disfrutando y saboreando todas las etapas de su niñez:

- Porque sí. Tengo HIJITIS ¿Y qué?
- Por falta de familiares / amistades que puedan cuidar de mi hija.


- Por falta de economía, aún con la ayuda familiar, para pagar una guardería.
- Por inconformismo y desacuerdo con las prácticas de las guarderías cercanas, aunque sean públicas, porque siguen impartiendo una educación autoritaria y repleta de imposiciones.
- Y un larguísimo etcétera...

¿Y si no tengo con quién dejar a mi hija para asistir al curso? ¿Me dejarían asistir con ella? ¿Y si ya estoy empezando a emprender por mi cuenta y simplemente estoy esperando el momento en que pueda hacerme autónoma? ¿Y si, directamente, no quiero volver a trabajar hasta que mi hija ya no me necesite tanto?

Justo estamos en #LaSemanaPorLaConciliación y este tema me viene al pelo. Hoy mismo compartí un post del escritor Carles Capdevila en mi página, en el que nos informa sobre las medidas de conciliación que disfrutan las familias de Suecia. He recogido un texto de esta publicación que me ha parecido muy interesante:

"En Suecia el permiso de pa/maternidad es de 16 meses. Estos 480 días la pareja se los reparte como quieren, teniendo en cuenta que el padre ha de hacer como mínimo 60. Durante los 390 primeros días reciben almenos un 80% del sueldo. A más a más, hay un bono que promueve la repartición de días y que asciende a 1.500€ al año por pareja. Todo y que los políticos favorecen la conciliación laboral con la familiar, uno de cada cuatro padres se limita a los 60 días de baja obligatoria..."



Qué gran ejemplo a seguir para comenzar a concienciar a todos: Madres, padres, abuelas, abuelos, tíos, tías, jóvenes, niñxs y políticos, de que un cambio es primordial. De que países vecinos ya hace años que tienen estas medidas de conciliación en las que, todos, salen ganando. Así que dejad de poner excusas y actuad, porque #ConciliarEsVivir y por eso estamos en #ConciliAcción las #MadresGuerreras y los #ValientesGuerreros que hemos decidido darlo todo por hacer eco en las Redes Sociales. Esto debe cambiar YA.

Más medidas de conciliación y menos imposiciones, reproches, humillaciones y abusos.

Sara Ribot.
Mamá Emprendedora.
Escritora, blogger y comunicadora.
Autora de "Otro Mundo Es Posible medisnte la crianza con apego" y "La Maternidad Al Descubierto".

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