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viernes, 2 de septiembre de 2016

"Mis padres me pegaban y así aprendí a respetarlos"

Aunque parezca mentira, se sigue educando bajo un enfoque de autoridad y sumisión que ya debería haber quedado obsoleto gracias a los múltiples estudios que nos alertan de los daños que pueden causar a corto y largo plazo, y de los padres y las madres que empiezan a despertar conscientemente.


No sé vosotrxs pero yo me he topado más de una vez con la frase "Mis padres me pegaban y así aprendí a respetarlos", en una de esas conversaciones que empiezan a ser incómodas al no entenderte con la otra persona. Cuando salen por esa tajante, creo firmemente que se están autoconvenciendo de ello mientras intentan defender a sus padres, al tiempo que doy por terminada la charla pensando que se quedaron sin argumentos y no tienen intención, al menos por ahora, de abrir su mente a otra filosofía de vida sin tanta maldad, y con más empatía y coherencia.

No soy un ogro, pues no defiendo a las antiguas generaciones por sus malas prácticas pero tampoco les culpo acaloradamente, porque sé de primera mano lo mucho que cuesta desprenderse de esos condicionamientos sociales impuestos desde el día en que nacimos. Cuesta despertar conscientemente, cuesta sanarse y cuesta aún más no caer, sin querer, en alguna mala costumbre al gestionar los conflictos diarios con nuestros hijos.


Por eso, nuestra generación no tiene excusa para replantearse las cosas, desechar los mitos que han ido pasando de generación en generación y reconocer, que en base a la crianza que queramos establecer en nuestra familia y en nuestro día a día, será decisiva para el futuro de nuestros hijos y, por lo tanto, para la sociedad del mañana. En eso consiste la evolución.

A las personas que defienden la práctica de que "Una hostia a tiempo quita muchos males" les pregunto: ¿Dónde está el fruto de aquello que promulgan? Si realmente desean ver una sociedad pacífica con niñxs respetuosxs, sólo lo conseguirán dejando de agredirles, coaccionarles, y pensar que nos manipulan.

Crecer en un ambiente tranquilo, respetuoso y comunicativo, es lo que les enseñará el valor de tales comportamientos.

Sara Ribot.
Mujer / Mamá emprendedora.
Escritora, bloguera y comunicadora.

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